- Introducir el líquido (fondo, leche y/o nata) en una cubeta.
- Añadir huevos (entre 6 - 8 piezas por litro de líquido).
- Condimentar la mezcla.
- Verter en el molde (forrarlo con papel vegetal si es rígido).
- Cocinar al baño maría a 180ºC, hasta cuajar, al vapor con el molde tapado o en roner al vacío.
- Si se sustituye parte del líquido por materia sólida (carnes, pescados, hortalizas,...) la textura será más compacta y menos flexible.
- Si el líquido está constituido por nata, en parte o en su totalidad, la textura será menos flexible y más untuosa.
- Si la condimentación la realizamos antes de añadir los huevos mediante infusión o maceración en el líquido, ésta será más intensa.