Es una planta de la familia de las apiáceas, de raíz comestible, gruesa y esférica, en cuyo interior encontramos una carne dura, compacta y de color hueso, que puede comerse cruda en ensalada, o cocida, como guarnición de carnes y pescados.
No es tan conocida en España como el apio (de éste último, en lugar de la raíz, aprovechamos la penca y las hojas) pero que en otros países europeos goza de gran popularidad culinaria. Así por ejemplo, algunos de sus grandes productores son Francia, Reino Unido y Holanda. Su sabor es acusado a apio, pero más dulce y perfumado.
Se siembra a finales de invierno y se cosecha en otoño. Se cultiva a pleno sol y requiere un riego regular, con el suelo húmedo pero no encharcado.
Para consumir el apionabo tenemos que dejarlo secar al sol durante 24 horas y después se almacena en un lugar fresco y húmedo, una vez quitadas las hojas y las raicillas que lo acompañan.