La leche de oveja se ha consumido en España hasta hace, relativamente, pocos años. Cuando surgió la necesidad de envasar la leche y, en consecuencia, someterla a procesos de esterilización, se comprobó que era imposible su comercialización envasada, ya que las proteínas de la leche de oveja precipitaban con el calor.
Posee excelentes propiedades nutricionales. Respecto de la leche de vaca, contiene el doble de fósforo, un 60% más de proteínas, y casi el doble de calcio natural. También es más fácil de digerir y sólo contiene un 1,6% de materia grasa.