El pollo es el ave gallinácea de cría, macho o hembra, sacrificada con una edad máxima de 20 semanas y un peso que oscila entre uno y tres kilos. En la actualidad el pollo se se cría de manera intensiva en las granjas y en tres meses se consigue un kilo de esta ave. Se alimenta de maíz, insectos, raíces y todo lo que encuentren, su molleja tiene un desarrollo importante para triturar granos y consumen piedras para colaborar en el proceso. Su desarrollo es más lento que el de los pollos de criadero, son más ágiles en sus movimientos y se crían al aire libre. El pollo debido a su gran versatilidad en la cocina y a su precio económico es muy común en todos los hogares. El pollo se comenzó a domesticar en el valle del Indo, río de Asia meridional, hace aproximadamente cuatro mil quinientos años, desde donde pasó a Persia a través de los intercambios comerciales. Durante la Edad Media su consumo disminuyó, ya que se preferían las pulardas, los capones, y gallinas para volver a reaparecer hacia el siglo XIV. El pollo es un alimento muy versátil que se presta a multitud de preparaciones culinarias, asado, guisado, frito, etc… Es muy importante que la carne esté bien hecha, de forma que se asegure la destrucción de la salmonella, bacteria causante de la salmonerosis. La carne de pollo es de color blanco, aunque si ha comido maíz puede tener una tonalidad amarillenta.
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