Elaboración separada en tres fases o capas de diferentes producto, como la propia palabra indica, separado de esta forma por distinta densidad o textura.
En origen es un concepto aplicado a una de las numerosas preparaciones que hay con base de café y en vaso, pero se puede aplicar a comida salada o dulce.
Los trifásicos suelen llevar el sobrenombre del alcohol del que están hechos, ya que suele ser un aguardiente calentado hasta los 70ºC con azúcar, una capa de café sin mezclarse y por último una capa de crema de leche.
Un ejemplo, aplicado a la pastelería, puede ser un trifásico con garrapiñado falso de avellana, puré de manzana asada y crema suave de canela