también se denomina judía, frijol o poroto.
Las judías de El Barco de Ávila son judías secas separadas de la vaina, procedentes de plantas de la familia de las leguminosas, especie “Phaseolus vulgaris”, de las variedades blanca riñón, blanca redonda, arrocina, planchada, morada redonda, morada larga y judión del Barco. Las judías de esta región tienen características organolépticas adquiridas gracias a la forma del cultivo y al clima de la región. El cultivo se realiza en pequeñas huertas situadas alrededor de los núcleos de población, el suelo procede de la degradación de rocas graníticas, predominando los suelos arenosos y ácidos, con un pH entre 4,5 y 6. Son suelos de bajo contenido en calcio y fósforo. Es una zona de montaña con topografía accidentada, de grandes cambios en altitud, pendiente y orientación, atravesada por los ríos Tormes y Aravalle y enclavada en la zona de Gredos, con una altitud media que oscila entre los 600 y 1200 metros de altitud. El clima en la zona es continental muy acusado, con inviernos muy fríos. La temperatura media es de 11 º C, la máxima absoluta es de 36º C la mínima de –10º C. Las precipitaciones son escasas.
Todos estos factores hacen que las judías de El Barco de Ávila presenten las características organolépticas que las definen y que les otorgan justa fama. Su semilla es blanca y de gran tamaño. Es una de las judías de mayor demanda y prestigio. Tan suave que acaricia el paladar.
Las características organolépticas a destacar del judión del Barco son las siguientes: tonalidad blanca, tamaño grande, de fácil cocción, mantecosa, fina textura y son exquisitas por su sabor suave.
Como información nutricional hay que resaltar: alto valor nutricional, alto contenido en fibra y proteínas, bajas en grasa, fuente de vitaminas A, B1, B2, B3, B6, C y E, fuente de sales minerales: sodio, calcio, fósforo, hierro, magnesio, manganeso, cobre, zinc y selenio, previenen el cáncer, las afecciones cardiovasculares y la diabetes, disminuyen los niveles de colesterol.