El triticale (x Triticum-secale) es un cereal sintético obtenido a partir de la hibridación del trigo (principalmente variedades de trigo duro) y centeno. El objetivo inicial fue combinar el elevado valor energético y contenido proteico del trigo con la rusticidad agronómica y calidad proteica del centeno.
Las primeras variedades obtenidas en los años 60 tenían una concentración proteica muy elevada (del orden del 18%). Este valor es, sin embargo, engañoso, pues estaba relacionado con una alta incidencia de granos "arrugados". Estos granos se caracterizan por la presencia de cavidades en el endospermo que dan lugar a una baja densidad, un bajo contenido en almidón y, por efecto de dilución, a un mayor nivel proteico. Este problema se ha reducido en gran parte en las variedades actuales, aunque se sigue presentando en triticales cultivados en áreas marginales; a cambio, el contenido proteico ha disminuido hasta valores próximos al 11%.
La selección genética en los últimos años ha reducido al mínimo los problemas de presencia de cornezuelo. Las nuevas variedades son más rústicas y más productivas que el trigo en condiciones de suelos ácidos, pobres en cobre o que presenten toxicidad por aluminio. El grano de triticale tiene actualmente un valor nutritivo intermedio entre el de centeno y el de trigo, pero más próximo a éste último, especialmente cuando se cultiva en zonas fértiles. La producción española de triticale ha aumentando en los últimos años, siendo actualmente del orden de 125.000 Tm/año, obtenidas principalmente en Andalucía Occidental y Extremadura, en zonas donde los rendimientos del trigo no son elevados.
El contenido medio de almidón del grano es de un 58%, intermedio entre trigo y centeno, con un 23% de amilosa. Los niveles y tipos de fibra y de grasa son también intermedios entre ambos. De la misma forma, la incorporación de enzimas mejora su valor nutritivo y reduce los efectos negativos de la fibra soluble, en especial en piensos para aves.
El contenido proteico total del triticale es similar al del trigo, y, por tanto, superior al de otros granos de cereales. La proporción de albúminas y globulinas (27% del total de proteína) es casi tan elevada como en el centeno, y bastante superior a la del trigo, maíz y sorgo, mientras que la de prolamina (29%) es relativamente baja. Como consecuencia, la concentración de lisina es aproximadamente un 30% superior a la del trigo. La digestibilidad de los aminoácidos esenciales parece estar, sin embargo, más próxima al trigo que al centeno, por lo que la calidad proteica del triticale es superior a la media de los cereales de los que procede.
Como en el resto de cereales, su contenido en calcio es bajo y es relativamente alto en fósforo, potasio, zinc y manganeso. La disponibilidad del P es alta debido a la presencia de fitasas endógenas y se reduce considerablemente por efecto del granulado o del tratamiento térmico (>70 ºC).
El triticale favorece la calidad del gránulo. Su contenido en factores antinutritivos (pentosanas, N-alquil-resorcinol y factores antitrípsicos) es inferior al del centeno, y los límites de inclusión en el pienso son, por tanto, más elevados. No obstante, cuando las cantidades que se van a incorporar son altas, conviene incorporar el triticale en forma fraccionada.
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