Presentación:
fresco
Hay más de 250 especies de flores comestibles en el mundo y desde hace miles de años casi todas las culturas incorporan algún ingrediente de este tipo en su cocina. Desde la gastronomía hindú hasta la cocina griega, pasando por la afición china de beber té de flores -flor de loto, capuchinas, madreselvas, azucenas, crisantemos, rosas y amarantos. Es una natural forma de aportar sabores, olores y colores originales a los platos.
En nuestra tradición occidental las flores comestibles más conocidas son las procedentes de verduras: alcachofas, brócoli, col, coliflor, flores de calabacín, guisantes de olor…
Otras flores más originales son los pensamientos, claveles, caléndulas, capuchinas, margaritas, geranios aromáticos, rosas, violetas, prímulas, orquídeas, fucsia, begonias, amapolas, crisantemos, gladiolos, salvia, etc.
De color blanco puro, las begonias white sugar ofrecen un sabor ácido, refrescante y a la vez dulce. Estas flores comestibles son deliciosas tanto en ensalada como en combinación con nata montada dulce, cremas, quesos, begonias bañadas en chocolate, flores cristalizadas...
Texturas:
Sabores:
suave, ácido, refrescante, dulce
Olores:
Colores:
Temporada:
todo el año
Partes Comestibles:
pétalo y flor