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Presentación:
fresco
Carica pentagona, es una fruta nativa del noreste de Suramérica, se cree que es un híbrido natural entre toronche y el chamburo. El bábaco puede crecer a alturas sobre los 2000 msnm, y es una de las especies de Carica más tolerantes al frío. Es un arbusto que no se ramifica y puede alcanzar 5 a 8 m de altura. Su fruto se distingue de la papaya por ser más angosto, típicamente menos de 10 cm de diámetro. Como la papaya, el bábaco se cultiva por su fruto comestible y por el jugo de su fruta. Los cultivos fuera de su distribución geográfica nativa, han sido exitosos tan al sur como Nueva Zelanda y tan al norte como Reino Unido, en España hay cultivos de bábaco en Málaga. El verde inicial del fruto cambia de tonalidades, según la fase de desarrollo. Las flores aparecen de manera continua en las axilas de las hojas, femeninas de forma acampanada, solitarias, de pétalos blanco- amarillento- verdoso y sépalos verde- oscuros. El fruto es una baya sin semilla, no necesita polinización para desarrollarse. Es de forma alargada de unos 20 cm de largo por 5 o 6 cm de ancho. En una misma planta pueden encontrarse frutos de diferentes tamaños. Cada planta puede producir anualmente 25 a 30 frutos, su sabor es similar al de la piña, la fresa y la naranja. La pulpa, carente de semillas es de color blanquecina- amarillenta cuando el fruto está verde y rosácea- anaranjada cuando está maduro. Puede consumirse fresco, solo o mezclado, en ensaladas. Su sabor tan especial convierte el bábaco en deliciosos helados, yogurt, mermeladas y jaleas; además de se ser un excelente complemento en platos de carnes con sabores combinados.
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