Es una de las 8 tradiciones culinarias chinas, caracterizada principalmente por ser más picante que la de Sichuán, variada, abundante y grasa.
La tradición, suele ser cocinar al vapor o guisar los alimentos durante horas, con jengibre, ajo, cebolla y pimienta.
Además, toman fideos de soja fermentados, hortalizas encurtidas y sobre todo productos ahumados, como jamón, pescado y aves.
Hay dos características comunes en todos los platos de esta cocina, que son el picante extremo y un toque ligeramente agrio
Según las tumbas encontradas, tienen más de 2000 años de antigüedad esta cocina, ya que en el ajuar funerario, al menos 2/3 del total era para saciar el hambre del difunto allí a donde fuera. Así se tiene constancia de historia.
Tras la llegada de los portugueses llegó la guindilla a la región, lo que supone una seña de identidad básica en la gastronomía de la zona, ya que es más picante la comida en Hunan que en Sichuan, de donde es la famosa pimienta. De ahí, que su cocina no se haya extendido demasiado lejos.
El picante de la guindilla en Hunan es abrasador y puro, en cambio en Sichuan, tiene un punto refrescante y anestesiante que lo hace más soportable
En las llanuras del lago Dongting, tenían gran importancia el arroz, el loto, el pescado las tortugas y los langostinos.
En el sureste rural, son más importantes las verduras, el cerdo y las aves.
Finalmente, en las zonas montañosas predominan el bambú, las setas silvestres y la caza
Wok, cestas de bambú, vaporera eléctrica
Se coma lo que se coma, siempre irá acompañado de salsa "doujiao" picante, hecha con guindilla fresca picada, salada y ligeramente fermentada en aceite. Nunca se quitan los nervios ni las pepitas de las guindillas, de ahí el picante extremo de la comida
