Este producto es una variedad de:
Faisán Presentación:
fresco
El faisán es originario de Asia aunque ya fue introducido en Europa en el siglo VI.
Hoy en día se cría en cautividad porque se trata de un ave en peligro de extinción.
Se diferencian dos tipos de faisán, el salvaje y el de granja.
El faisán salvaje se puede adquirir en el mercado generalmente durante el otoño y principios del invierno.
El faisán salvaje se cría en libertad como animal silvestre, comparte las características de otras carnes de caza de pluma y su carne presenta un sabor más fuerte que el de granja o de cría.
Éste último contiene una carne más grasa y resulta más carnoso y pesado que el salvaje.
Se recomienda elegir un ejemplar carnoso, lo que se puede apreciar palpando el pecho del ave. También se debe comprobar que las garras sean blandas y las patas flexibles, intactas y sin roturas.
Las hembras de faisán tienen una carne más tierna y sabrosa que los machos.
Incluso si se desea una carne más fina y jugosa, es preferible adquirir los pollos de faisán.
Dada su alta cantidad de proteínas, el faisán entero es un alimento recomendado especialmente para el desarrollo muscular.
Los alimentos ricos en proteínas como esta carne, están recomendados durante la infancia, la adolescencia y el embarazo ya que en estas etapas, es necesario un mayor aporte de este nutriente.
El alto contenido de vitamina B3 del faisán, hace que sea un alimento beneficioso para el sistema circulatorio. Además, la vitamina B3 o niacina puede ayudar a reducir el colesterol. Por su alto contenido en vitamina B3, esta carne es recomendable para combatir enfermedades como la diabetes, la artritis o el tinnitus.
La abundancia de vitamina B6, presente en el faisán entero y también conocida como piridoxina hace que este alimento sea muy recomendable en casos de diabetes, depresión y asma. Además, la vitamina B6 esta carne ayuda a prevenir enfermedades cardiacas, puede reducir los síntomas del tunel carpiano e incluso puede ayudar en la lucha contra el cancer
nimal de caza menor. El faisán
es un ave perteneciente a la familia
de las gallináceas, de tamaño y
aspecto similar al de un gallo, pero con
un penacho de plumas en lugar de cresta.
El plumaje es de tonos verdes y rojizos con reflejos metálicos
y su carne es fina, sabrosa, perfumada y de gran cantidad. De
hecho, desde tiempos muy remotos ha sido considerada como un auténtico manjar.
El faisán, como carne de caza que es, posee unas características organolépticas
peculiares que la diferencian de la carne de otros animales de abasto: un color rojo
más oscuro, potenciada con la edad, y un olor y sabor más intensos
La carne es jugosa y nutritiva y de un contenido en materia grasa y proteínas muy
similar al del pavo. Puede resultar un poco seca, aunque sometiéndola a un proceso
de cocción mejora notablemente. No es rica en grasas, ni resulta pesada para la
digestión. Por norma general se prepara en abundante salsa o acompañado de un
caldo concentrado elaborado con las mismas partes del ave que no se utilizan.
En países como España, Inglaterra, Francia, EEUU y Canadá los faisanes son además
protagonistas de excepción en las batidas de caza.
Su estacionalidad en «fresco» está disponible fundamentalmente en la temporada de
caza (principalmente otoño e invierno) aunque durante todo el año podemos tener
acceso a él, preparado en conservas
Texturas:
Sabores:
Olores:
Colores:
Temporada:
todo el año
Partes Comestibles:
masa muscular