La nata, conocida también como crema de leche, es un producto rico en grasas que se obtiene de la leche por reposo o centrifugación. Antiguamente se elaboraba dejando reposar la leche durante 24 horas hasta que la grasa subía hasta la superficie, al retirarla se obtenía lo que ahora llamamos nata ácida. En la actualidad se produce crema de leche con máquinas desnatadoras o centrifugadoras, a que la grasa de la leche rinde más, el descremado es rápido y se obtiene una nata dulce, de mejor calidad y de fácil conservación.
La nata es un alimento de alto valor energético ya que la mayoría de su composición es nata. Contiene altas cantidades de vitamina A (un potente antioxidante que beneficia la salud de la piel, cabellos y uñas), vitamina D (que ayuda afijar el calcio a los huesos) y vitamina K (regula la coagulación de la sangre, facilita la cicatrización de las heridas y previene las hemorragias).

Combina con helados, batidos, postres, frutas, tartas, bollerías, café, chocolate etc… También se utiliza como ingrediente para espesar salsas, para acompañar arroces, carnes y verduras. Se puede encontrar en el supermercado en la zona de enlatados para postres o en refrigerados, ya sea enlatada, en bolsas, en polvo, en brick o en spray. Puede ser de leche de vaca, oveja, cabra o mezcla. Según el tratamiento al que haya sido sometida, puede ser pasterizada, esterilizada, UHT o congelada.