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Francia

Desde los cocineros del rey a los grandes chefs de hoy, el arte culinario de Francia y su historia constituyen expresiones específicas de la identidad de su nación. Fruto de la evolución centenaria de la nación francesa, su gastronomía ha ido reinventándose sucesivamente con el paso de la historia, los movimientos sociales, políticos o artísticos, la evolución en el tipo de jornada laboral y el acceso a nuevas y diversas materias primas. El origen de las sucesivas vanguardias culinarias fue siempre la ciudad de París, donde residían los chefs encargados de la realeza, figuras en algunos casos de extrema importancia en la sociedad de la época y cuya influencia se extendía al resto del Reino y del orbe.
Caracterizada por su variedad, fruto de una diversidad regional, tanto cultural como de materias primas, así como también por su refinamiento, la cocina francesa está considerada como referente mundial. Su influencia se deja sentir principalmente en las cocinas del mundo occidental que han ido incorporando a sus bases conocimientos técnicos franceses. El renombre internacional de sus principales chefs, como Taillevent, La Varenne, Carême, Escoffier, Ducasse o Bocuse contribuyó a la difusión de la alta cocina por los restauradores franceses . El art de la table o arte de la mesa, desarrolla una serie de recomendaciones sobre cómo presentar la mesa, servir los platos y degustarlos. La célebre guía roja Michelin (Guide rouge Michelin) establece una clasificación de los mejores restaurantes mundiales mediante una jerarquización por número de estrellas, el máximo de ellas reservado a unos pocos considerados de calidad suprema.
Tradicionalmente, cada región posee su propia cocina, caracterizada por sus productos Si en algo destaca la gastronomía francesa, aparte de por sus panes, sus quesos y su bollería, es por sus vinos y licores de todo tipo, desde el burdeos hasta los espumosos de la región de Champagne. Son, además, típicos franceses y de producción nacional la absenta, el armañac, el calvados, el chartreuse, el Cointreau, el coñac y el pastis.
Así mismo, determinadas materias primas menos conocidas por los legos en materia culinaria están asociadas irremediablemente con la cocina francesa, al ser elementos clave en la elaboración de numerosísimas recetas. Un ejemplo serían la crème fraiche, el bouquet garni, las hierbas de Provenza o la mantequilla.
La francesa es una de las gastronomías más completas del mundo. Con una gran variedad y calidad ha sido merecedora de entrar en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Todo un lujo para los paladares más exigentes.
Comer en Francia es como realizar un viaje a través de los sabores y las texturas. La gran variedad de platos, materias primas y combinaciones que se realizan entre los fogones del país galo van mucho más allá de lo que ahora se conoce como la nouvelle cuisine, una tendencia que importantes chefs franceses han exportado a todo el mundo haciendo que “cocina francesa” y “cocina innovadora” vayan siempre de la mano.
Desde tiempos del Imperio Romano, Francia ha sido la patria de la buena cocina pero la verdadera esencia se desarrollo en la Edad Moderna, con la llegada de los productos del Nuevo Continente y la apuesta por la alta cocina de las clases dirigentes.

La gastronomía francesa está influenciada por la cocina italiana, alemana, española e incluso por la árabe.

La carne de cerdo o las patatas, fruto de la influencia belga, se dejan notar en el norte.
La manzana, la crème fraîche son protagonistas de la cocina del noroeste.
En el suroeste se elaboran numerosos platos con aceite, foie gras, armañac (brandy) y setas.
La influencia italiana se deja ver en los platos del suroeste dando protagonismo a las finas hierbas y al tomate.

Y en el este, dada su cercanía con Alemania, las salchichas y la cerveza se usan prolíficamente.
Además de estas zonas, en Francia existen numerosas cocinas más locales aún como la del valle del Loira, la vasca, la catalana o la cocina del centro del país caracterizada por los platos de caza, sus vinos o sus pescados de agua dulce.

Hoy día, a causa de los movimientos de personas, estas diferencias regionales tienden a difuminarse, aunque siguen siendo observables, y una persona que viaje por Francia puede observar cambios significativos en la manera de cocinar, en los platos servidos y en los ingredientes utilizados. Por otra parte, la tradicional predilección del consumidor francés por los productos de la tierra (terroir) ha favorecido un fuerte renacimiento de la cocina regional y de sus productos, mientras que el movimiento slow food (también llamado ecogastronomía) gana en adeptos.
Algunas cocinas exóticas como la china y la vietnamita, junto con algunos platos de las ex colonias magrebíes (con el cuscús a la cabeza), también se han ido incorporando al elenco
La diversidad gastronómica que encierra Francia se aprecia en cada una de sus regiones.
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Alsacia:
Baeckeoffe, estofado a base de patatas típico de Estrasburgo
Beerawecka, bizcocho de frutas
Bredela, pequeños pasteles de Navidad
Choucroute garnie, Sauerkraut con salchichas, sal, patatas, carne de cerdo
Flammkuchen, tarta flambeada de aspecto similar a la pizza
Kouglof, brioche en forma de montaña
Mannala, hombrecillo de pan
Pretzel, galletita de origen alemán
Spätzle, pasta en forma de gorriones (muy típica del sur de Alemania) Tampoco olvidemos el célebre pain d’épices (el alajú), muy popular en la región. Por último, el vino blanco, con maravillas de sabor tan particular e inimitable como las uvas Riesling, Gewurztraminer, moscatel, Tokay Pinot Gris, Sylvaner, Pinot Blanco y Pinot Negro
Artois-Picardía:
Andouillette de Cambrai, salchicha a base de intestinos de cerdo o vaca
Escavèche, escabeche de pescado de agua dulce en vino y vinagre
Hochepot, estofado de cuatro carnes con vegetales
Potjevleesch, tarrina de cuatro-carnes

En Picardía abunda un marisco excelente, y entre las especialidades le aconsejamos probar la ficelle picarde, los arenques marinados a la Abbevilloise, sin olvidar el tradicional gâteau battu, un tipo de bizcocho. Deténgase para comer el paté de pato en costra de Amiens y, por supuesto, probar los macarrones de la localidad, hechos fundamentalmente a base de almendra y miel. Por último, acompañe todo esto con sidra, la bebida regional tradicional.

Auvernia:
Aligot, puré de patatas con queso Cantal fresco (tomme fraîche)
Tripoux, callos de ternera picados envueltos en tiras de piel de estómago de ternera (pansette)
Truffade, patatas salteadas en manteca y queso Cantal fresco (tomme fraîche)
Quesos: Saint-Nectaire, Azul de Auvernia, Fourme d'Ambert, Cantal y Salers,
Bretaña:
Crêpes, el postre más conocido de la cocina gala
Far Breton, flan con frutas (en general ciruelas pasas)
Kig ha farz, carne de cerdo hervida junto con una masa de harina de trigo negra
Galette, crêpes saladas elaboradas con harina de trigo sarraceno
Kouign amann, tarta elaborada con gran cantidad de mantequilla
Yod kerc'h, gachas de avena salada tradicional

Borgoña:
Escargots de Bourgogne (Helix pomatia), caracoles cocinados en sus conchas que se rellenan antes de servir con mantequilla, ajo y perejil
Gougère, pastel hecho de pasta choux mezclada con queso Comté o Gruyère
Huevos en meurette, huevos pochados acompañados de pan tostado y salsa de vino tinto
Mostaza, especialidad de Dijon
Pôchouse, estofado de pescado en vino tinto
Potée bourguignonne, variante del pot-au-feu a base de carne de cerdo salada y repollo
Languedoc-Rosellón
Bourride, plato de pescado típico de Sète
Brandada de bacalao, pasta de bacalao desmigado gratinada típica de Nimes
Cassoulet, guiso hecho con alubias blancas y distintas partes de carne animal
Lemosín
Clafoutis, tarta de cerezas
Pâté aux pommes de terre, tarta de patatas y crème fraiche.
Lorraine:
Mirabelles, un tipo de ciruela casi exclusivo de la región con que se elaboran licores, mermeladas y tartas
Quiche Lorraine, tarta salada a base de huevos, créme fraiche y beicon
Potée Lorraine, sopa de carne de cerdo, embutidos y verduras
Pâté Lorrain, carne de cerdo y ternera marinada, envuelta en masa de hojaldre
Normandía:
Tripes à la mode de Caen, callos cocinados en sidra y Calvados
Matelote, pescado cocinado en sidra o vino
Provenza-Alpes-Costa Azul:
Bouillabaisse, sopa hecha con una mezcla de pescados mediterráneos, tomates y hierbas
Calisson, dulce típico de Aix-en-Provence
Ensalada nizarda, especialidad de Niza
Pan-bagnat, bocadillo relleno de los ingredientes de la ensalada nizarda
Pastis, licor de anís
Pissaladière, variante nizarda de la pizza
Ratatouille, pisto hecho con berenjena, tomate, calabacín, pimientos y albahaca
Socca, pasta de harina típica de Niza
Tapenade, puré de olivas negras usado como aperitivo o condimento
Ródano-Alpes
Crème de marrons, mermelada de castañas típica del Ardèche
Coussin de Lyon, dulce lyonés a base de chocolate y pasta de almendras
Fondue savoyarde, fondue elaborada con queso y vino blanco donde se mojan pequeños cubos de pan
Gratin dauphinois, gratinado de patatas y nata que suele servir de acompañamiento
Nougat, dulce típico de Montélimar
Quenelles, albóndigas con forma de salchichas, típicas de Lyon
Tartiflette, tarta de patatas, queso Reblochon, crema y beicon
Raclette, queso Raclette fundido servido sobre patatas y charcutería
Sopa de cebolla, acompañada a menudo con tostas y queso fundido
Suroeste: Aquitania y País Vasco
Canelés, pastelitos típicos de Burdeos
Cassoulet, un plato elaborado con alubias, salchicha y confit de pato o ganso
Confit de canard, carne de pato confitada en su grasa (a veces también de oca o ganso)
Foie gras, el hígado de patos o gansos cebados
Garbure, sopa de col
Jamón de Bayona, salado con sal de las salinas del estuario del Adur
Salade landaise, ensalada con elementos del pato (típicamente mollejas, paté o magret)
Salchicha de Toulouse, similar a la butifarra
Gastronomía vasca, como pinchos, piperrada, pastel vasco...
Departamentos/dominios de Ultramar
Acras de morue, buñuelos de bacalao típicos de Guadalupe
Couac, sémola de yuca típica de la Guayana
Boudin martiniquais, morcilla de Martinica
Los siguientes platos son conocidos por todo el territorio galo sin ser especialidad de ninguna región en concreto:
Coq au vin, estofado de gallo al vino
Croque-monsieur, sándwich mixto al horno (si lleva huevo se denomina croque-madame)
Hachis parmentier, gratinado de puré de patatas y carne picada
Pot-au-feu, cocido de buey y verduras
Como lo son así mismo algunos dulces que pueden encontrarse en las boulangeries (panaderías) de toda Francia:
Beignet
Brioche
Cruasán
Magdalena
Tarte Tatin
Podemos decir que la cocina francesa utiliza todo tipo de utensilios de cocina : olla, cazuela, tartera, sartén bol… La fondue y la raclette muy usados en Francia aunque su origen es Suizo
Desayuno

El desayuno francés suele seguir las pautas tradicionales de la Europa continental (menos copioso que el de los países anglófonos). Cabe destacar que, en consonancia con la fama de Francia por sus viennoiseries (bollerías de origen vienés) y el consecuente desarrollo de la bollería industrial, el consumo de cruasanes, brioches, magdalenas, napolitanas de chocolate, pan de pasas u otros productos de este tipo —antes reservado a desayunos especiales—, se ha extendido a los desayunos de todos los días.19 El desayuno típico del francés medio es el pain et confiture, baguettes abiertas por la mitad untadas en mermelada y mantequilla.20
Suele acompañarse de bebidas calientes (típicamente café con leche o café solo, pero también chocolate o té) y ocasionalmente precedido de zumos o piezas de fruta.

Almuerzos y cenas
Como en casi cualquier país, la comida que puede encontrarse en los restaurantes será por lo general más copiosa que la que consume la gente de a pie en sus casas. Sin embargo, si se va a uno de estos establecimientos o si se es invitado por un francés a una comida medianamente formal en su domicilio, el orden habitual de los platos (salvando las diferencias regionales que pueden encontrarse) será el siguiente:
Apéritif. Es habitual dar la bienvenida con alguna bebida alcohólica: vinos dulces como el Oporto, mistelas como el Pineau des Charentes, bebidas alcoholizadas a base de hierbas, o cócteles como el kir (vino blanco y licor de arándano o grosella). Se acompaña de algo de comida (por lo general fría) como canapés, encurtidos, charcutería, frutos secos, aceitunas, etcétera. El concepto es parecido al de las tapas españolas.
Entrée o hors d'oeuvre. El primer plato suele ser más ligero que en otras gastronomías, más próximo a los antipasti italianos. Son habituales las ensaladas (salades), sopas (soupes) para las cenas, platos de verduras crudas (crudités), charcutería variada, patés, determinadas frutas como el aguacate o el pomelo que se comen de entrante, pasteles o tartas saladas como el pâté Lorrain o la quiche.
Plat principal o plat de résistance. Aquí es donde se sirve la carne o el pescado en sus distintas preparaciones, aunque también pueden ser a base de arroz, pasta o legumbres.
Fromage. Entre el plato principal y los postres es costumbre servir una selección de quesos para degustar.21
Dessert. El postre puede ir desde simple fruta o yogur a cualquier tipo de dulce más elaborado.
Lo habitual es concluir la comida con un café solo, y si se desea con una pequeña copa de licor (digestif), como el Armañac, el Coñac, o diversos aguardientes de fruta, para ayudar a bajar la comida.
Aunque en algunas zonas del norte y del este del país la cerveza forme parte de su cultura, lo habitual es que las comidas se acompañen de vino(cuyo color varía según los platos servidos). En la región de Champaña, es tradicional servir champagne durante toda la comida.
Entre semana, el horario habitual para las comidas es entre las doce de mediodía y la una y media de la tarde, mientras que para las cenas los restaurantes abren de 8 a 10 y media de la noche. Si bien estos son los horarios comerciales, las comidas familiares los fines de semana pueden prolongarse de forma considerable.


 
ref.lugar: 31, actualizado el 24-01-2013