La castaña es el fruto del castaño. El fruto es una cápsula muy espinosa, dehiscente por 4 valvas, que mide entre 5-11 cm de diámetro y que contiene usualmente 2-3 "nucleos" que son las castañas propiamente dicho.

Las castañas se pueden comer crudas, asadas, hervidas, tostada y triturada o en dulce (habitual en Francia).
Asadas:Una forma sencilla de asarlas es realizar un pequeño corte en cada castaña y calentarlas en un contenedor metálico a 400 ºC durante 10 ó 15 minutos. El propósito del corte es evitar que estallen durante el proceso de asado
Hervida y en puré: constituye una guarnición original y nutritiva para todo tipo de carnes. Aliñada con aceite y un poco de sal combina perfectamente con carnes rojas, aves e incluso el típico roast-beef.
Tostada y triturada: es un estupendo acompañamiento de macedonias, yogures, sopas e incluso helados.

Otro uso importante de las castañas es la harina, con ella se puede preparar pan, pasteles y pasta. En Córcega, por ejemplo, es la base de a polenta -que no hay que confundir con una semola de maíz-, una gacha de harina de castaña con agua, que fue, entre otros, el desayuno tradicional desde tiempos inmemoriales, y que aún es usada acompañada de queso fresco de cabra, de figatellu (una salchicha de hígado de cerdo) o de costillas de cerdo.

La castaña es el fruto seco más rico en hidratos de carbono complejos y, en especial, en almidón. Al contrario de lo que sucede con las avellanas y las nueces, por ejemplo, aporta pocas grasas y una dosis moderada de energía.