La piña, ananá o ananás, es una planta perenne de la familia de las bromeliáceas, nativa de América del Sur. De escaso porte y con hojas duras y lanceoladas de hasta 1 metro de largo, fructifica cada 13 meses produciendo un único fruto fragante y dulce, de hasta 4 kg de peso, muy apreciado en gastronomía.

El fruto es una pequeña baya, que se fusiona tempranamente con las adyacentes en un sincarpio o infrutescencia grande y de forma ovoide. El corazón, más fibroso, se forma a partir del tallo axial engrosado, y las paredes del ovario, la base de la bráctea y los sépalos se transforman en una pulpa amarilla, muy fragante, que no guarda rastro de los frutos que la compusieron.

Su peculiar aroma se debe al acetato de etilo.

El fruto para su consumo puede ser fresco o en conserva. Las condiciones de postcosecha son temperaturas de 7 a 13 °C y humedad de 85-90 %, como máximo un mes. En Occidente se usa habitualmente como postre, aunque cada vez más como ingrediente en preparaciones saladas. Cuando está maduro, la pulpa es firme pero flexible, las hojas se pueden arrancar de un tirón y el aroma es más intenso en la parte inferior.

Debido al coste del transporte del fruto fresco y la concentración del consumo, se producen numerosos subproductos industrializados, en especial zumos y conservas. Del jugo se produce un vinagre excelente y muy aromático.

Cuenta con innumerables propiedades medicinales: digestiva, antiinflamatoria, anticoagulante, depurativa, antioxidante...
Contiene una enzima proteolítica llamada bromelina, fermento digestivo comparable a la pepsina y la papaína, que se puede usar como ablandador de carnes.
Principales variedades:
'Española roja'
'Hilo'
'Cayena lisa'
'St. Michael'
'Kona Sugarloaf'
'Natal Queen'
'Pernambuco'
'Victoria'