El aceite de almendras se obtiene del fruto seco del almendro, es decir, de la almendra, del cual se extrae su contenido en grasas ya sea, por prensado en frío únicamente con sistemas mecánicos o bien una vez realizado su extracción en frío se somete a refinado. El primer sistema de obtención mantiene las propiedades intrínsecas del aceite, mientras que el segundo método de obtención produce una perdida de algunas de estas cualidades.
Su composición es mayoritariamente monoinsaturada, ya que contiene cerca del 60% de ácido oleico, pero también contiene en inferiores cantidades de ácidos grasos poliinsaturados como el linoleico (omega 6 ) en cantidades cercanas al 25% y pequeñas concentraciones de otras grasas saturadas como el palmítico inferior al 8% o el esteárico sobre un 2%. Los valores de los ácidos linolénico (omega 3) palmitoleico, poliinsaturado y saturado respectivamente, son inferiores al 1%.
Tiene un color prácticamente transparente, con una ligera coloración amarillenta y no aporta un olor fuerte, sobretodo si ha sido refinado. El aceite de almendras que se emplea como aceite de masaje, tiene un aroma dulce a nuez.
Usos alimentarios: Aunque existen algunos aceites de almendras aptos para el consumo humano, como los que se destinan a tratar casos de estreñimiento, que se deben ingerir para conseguir dichos efectos, habitualmente no es apto para el consumo alimentario. Por ello, no debemos ingerirlo sin asegurarnos antes de que sí es apto. Los aceites de almendras no aptos para el consumo humano, si lo son para muchas aplicaciones externas.
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