El aceite de palma es un aceite de origen vegetal que se obtiene de la fruta de la palma Elaeis guineensis. La palma es originaria de África occidental, de ella ya se obtenía aceite hace 5.000 años, especialmente en la Guinea Occidental.
Los usos son en su gran mayoría culinarios, bien directamente empleado como aceite de freír o aliñar, bien como producto añadido otros alimentos como los helados, las margarinas...
Debido a su alta proporción de grasas saturadas, se le atribuyen propiedades negativas para la salud humana ya que su consumo prolongado y abundante puede subir la proporción de colesterol LDL en sangre.
Snacks y pasteles: En galletas, tostadas o bollería industrial, como sustituto de las grasas hidrogenadas, poco cardiosaludables, y de la mantequilla, que es más cara.
Precocinados: Se enrancia menos y su precio es bajo, por eso se usa para elaborar muchos platos de comida preparada.
Chips y aperitivos: Porque aguanta más frituras que otras grasas. Aunque en España se usa en su lugar aceite de girasol o de oliva.
La mayoría de las veces, el aceite de palma no está indicado en la lista de ingredientes. Se encuentra oculto bajo el nombre incompleto de “aceites” o “grasa vegetal”. Las normativas actuales no obligan a los fabricantes a revelar su presencia, pero esto cambiará en 2014 (Reglamento CE N ° 1169/2011 de 25/10/11) cuando será obligatorio enumerar todos los ingredientes en caso de mezclas con grasas vegetales.
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