La harina de maíz es el polvo, más o menos fino, que se obtiene de la molienda del grano seco del maíz. Puede ser integral, que presenta un color amarillo, o refinada, en cuyo caso es de color blanco. Está formada fundamentalmente por almidón y zeína, un tipo de proteína. La principal ventaja de esta harina con respecto a otras como la del trigo, cebada, centeno o avena, es que carece de gluten, por lo que resulta adecuada para las personas con enfermedad celiaca. En los países occidentales la mayor parte de la harina de maíz se utiliza en la industria alimentaria para la confección de azúcar con el que se edulcora los alimentos. Como ingrediente alimentario, aparece en la composición de algunos panes integrales y en la elaboración, junto la de otros cereales, de productos de repostería. Cuando se muele finamente y se le separa el germen (para que no tienda a enranciarse) se obtiene una harina llamada comúnmente “maicena”.
Este producto no contiene elementos transformadores que formen parte de ningún condimento. Colabora con Innova Culinaria asociando condimentos a este producto