ETIMOLOGÍA
Si realizamos una breve consulta sobre el origen de la profesión de barman, podemos comprobar que ésta, se desarrolló en los países anglosajones (Estados Unidos y Reino Unido) y por eso la terminología utilizada en coctelería tiene su origen en el inglés.
La palabra “shake”, traducida al castellano como “agitar” ha sido la elegida para determinar la principal técnica en el arte de mezclar bebidas para crear un coctel.
Al consultar el diccionario de la lengua española de la RAE, encontramos la definición del término “agitar” como “mover con frecuencia y violentamente de un lado a otro”. En el mundo de la coctelería esta definición se simplifica a “agitar enérgicamente”, dejando constancia de cuál es el objetivo final de esta técnica, mezclar y homogeneizar los componentes de la combinación.
COCTELERÍA
Resulta imposible utilizar el término cóctel y no pensar en una coctelera. Por este motivo consideramos interesante conocer su origen para entender el desarrollo que ha permitido en la disciplina de la coctelería.
Como anécdotas para comenzar hablando del origen de este envase, narramos algunos hechos interesantes.
Los arqueólogos descubrieron pruebas en los yacimientos y jeroglíficos del Antiguo Egipcio, del uso de un recipiente en la elaboración de bebidas parecidas a nuestros destilados.
Hernán Cortes, conquistador de Méjico, narra en sus cartas al rey Carlos V cómo Moctezuma (emperador de lo que fue el imperio Mexica) bebía cacao en una calabaza, previamente agitada para conseguir la cremosidad y espumosidad que el rey exigía en su batido.
Cierto es que ya en el siglo XV se habla de la coctelera tal y como la conocemos hoy día. Dos vasos metálicos que permitían ser unidos para mezclar líquidos en su interior, siendo separados después para poder usarlos a modo de vaso.
Con la llegada de la Revolución Industrial aparecen nuevas técnicas en la elaboración de destilados, permitiendo así que, la historia de la coctelera brillará con luz propia.
Será en los años 20 con la Ley Seca, cuando en Estados Unidos la coctelera será imprescindible en el escenario de los bartenders. Será su aliada para poder mezclar y enmascarar la mala calidad del alcohol de los destilados de la época; y crear un foco de atención durante la creación del coctel al hacer uso de una herramienta estética y sofisticada que daba un aire cosmopolita a las noches de aquellos tiempos. Nacería la coctelera estilo Boston nombre dado por la ciudad en la que se fabricaba. Con la llegada del glamur de Hollywood en los años 30 y su pleitesía a la coctelería a través del cine, este accesorio cruza el Atlántico permitiendo ser utilizado en lugares emblemáticos como Chicote o Boadas.
Con sus idas y venidas, la coctelera, en sus múltiples diseños, formas y colores es ese recipiente mágico para los bartenders y su público.
LA TÉCNICA
Con esta técnica se busca mezclar los ingredientes dándole a la combinación homogeneidad de densidad y textura, así como equilibrio en su sabor.
La técnica consiste en agitar enérgicamente los ingredientes en una coctelera llena de hielo. De este modo, los ingredientes se mezclan, se enfrían y airean con rapidez.
Esta técnica se recomienda utilizarla cuando se deban reducir los residuos de algunos de los ingredientes y/o diluir la combinación.
Para completar la técnica, se hace uso de un colador de gusanillo que permite realizar un primer filtrado de la mezcla y evita que el hielo caiga a la copa o vaso elegido para la presentación del coctel.
Podemos decir sobre esta técnica que, incluso el cine la ha hecho distinguida al dedicarle unos minutos de gloria con las conocidas escenas de James Bond y su “Dry Martini” agitado y no revuelto. Puntualizamos que, los profesionales de la coctelería y expertos en la materia consideran que, modificar la técnica elegida en el diseño original de un cóctel es muestra de desconocimiento. Cuando se crea el cóctel se selecciona la técnica adecuada para mezclar los ingredientes, teniendo presentes las características de cada uno. Si en su composición se modifica o cambia la técnica de coctelería, el resultado final será distinto al original y no necesariamente mejor.