La cocina valenciana es una cocina típica de la dieta mediterránea. Algunos expertos de la OMS la consideran una de las más equilibradas del mundo. El uso de aceite de oliva, los pescados del Mediterráneo tratados de forma sencilla (al horno, a la plancha, en fritura…) y las verduras de la huerta son un ejemplo de ello. La calidad de los productos autóctonos es excelente.
La gastronomía valenciana es principalmente conocida por sus arroces de distintas variedades que dan lugar a innumerables platos. Arroces caldosos, melosos y secos (paella) están omnipresentes en cualquier recetario de la Comunidad Valenciana.
La fideuá, especie de paella en la que se emplean fideos en lugar de arroz, es otro de los platos estrella. Salazones, guisos, cocas, frutas como las naranjas y las mandarinas, bebidas como la horchata de chufa y dulces como el turrón tienen también un papel destacado dentro de la cocina valenciana.
La gastronomía de la Comunidad Valenciana ha recibido influencias de otras cocinas. Por ejemplo, las salazones y salmueras son herencia de las culturas griegas y romanas. Las olletas de trigo picado eran el alimento de las legiones romanas que conquistaron Hispania.
Los musulmanes empezaron a cultivar el arroz en tierras valencianas. Este pueblo influyó también en la repostería tradicional por lo que el uso de almendras y miel es muy abundante.
Castilla-La Mancha ha dejado su huella en la cocina valenciana con los típicos gazpachos manchegos consumidos en el interior y sur de la Comunidad.
Aunque el arroz se consume a lo largo y ancho de toda la Comunidad podemos encontrar algunas diferencias gastronómicas dependiendo de la zona en la que nos situemos. Hay tantas clases de paellas (con pollo, conejo, pato, marisco, bacalao y coliflor, verduras…) como comarcas.
En las zonas costeras es típico el consumo de pescados y mariscos como las gambas rojas de Denia, langostinos de Vinaroz, cigalas, dátiles de mar, salmonetes, sepias, atunes, doradas, rayas, lechas…
Conforme nos acercamos a la zona montañosa, interior, encontramos guisos como ollas y olletas cocinados con carne de cerdo, embutidos, calabaza, alubias, garbanzos y arroz entre otros. La olleta es el plato estrella en el interior de Valencia y en la montaña de Alicante.
Asimismo en Alicante se consumen empanadas, cocas y minxos. Suelen rellenarse de verduras (guisantes, pimientos, acelgas, berenjenas…) o se cubren con salazones de embutido o pescado.
La fideuá se consume principalmente en Gandía.
La paella se utiliza para elaborar el plato del mismo nombre. Se trata de un recipiente de hierro de paredes bajas y con dos asas.
Algunos arroces se cocinan en calderos, pucheros, cazuelas y peroles y otros como los arroces melosos se preparan en cazuelas hondas de barro.
Los demás utensilios son los mismos que se emplean en el resto de cocinas.
Se trata de una estructura típica de entrante o primero, segundo y postre.
En la cena no puede faltar el bullit (hervido) que está compuesto de cebolla, acelga, judías y patata. En Valencia este plato es casi más popular que la paella.
Entrantes y primeros: salmueras, salazones, embutidos (chorizo, morcilla, longaniza…), gazpacho de mero y gambas, coca de pebrera i tomaca, trigo “picao”, langostinos con cebolla, pimientos rellenos.
Segundos: caldereta de pastor (cordero), olleta, arroz con alubias y col, cruet, conejo guisado, arroz con costra, arroz con raya, arroz con bacalao y espinacas, arroz caldoso de conejo y caracoles, arroz caldoso de pato y nabo, paella de atún fresco y verduras, paella valenciana, fideuá, cocido de Nadal (típico en Navidad, comerlo dura tres días).
Postres y dulces: arnadí (pastel de calabaza y almendra), turrón de Xixona (en Navidad), torta d´Elx, chocolate con naranja amarga, almendrados, almojábanas, monas de Pascua, cocas.
Bebidas: horchata de chufa, agua de Valencia (cóctel preparado con vodka o ginebra, azúcar, zumo de naranja y cava), granizados, leche merengada.
